A lo largo del tiempo, las hierbas y la plantas dentro del campo de la nutrición han sido los remedios naturales por excelencia. Las diversas propiedades que ofrecen estas, ya sea en suplementos, fármacos o infusiones, bien las ha catalogado como la opción más orgánica y menos artificial para combatir molestias de salud. En este contexto, muchas abuelas y abuelos recurrían a estos métodos cuando el acceso farmacológico no estaba tan extendido en España, trasladando, incluso, el uso de estos remedios a los más pequeños.
Pese a que hay hierbas que están completamente contraindicadas en bebés, como aquellas que aportan teína o cafeína, hay otras que a lo largo de los años se ha ido incorporando a la dieta del lactante para calmar dolores o inquietudes. Así pues, destaca el uso de la melisa, el anís, el hinojo o la manzanilla. Sin embargo, aquellos que echen la vista atrás recordará que uno de esos biberones más comunes en los hogares eran los conocidos como ‘anisitos’ o ‘anises’ y que hacían referencia al agua de anís estrellado. A día de hoy, sus uso se ha reducido por consejo de los pediatras.
Agua de anís: el remedio de las abuelas para calmar los cólicos
El agua de anís es una infusión muy suave que contaba con la particularidad de ser el mejor aliado para los bebés que sufrían cólicos.