AGENCIAS

  • Su consumo sirve para prevenir enfermedades cardiovasculares, diabetes, cáncer y alzhéimer.
  • Pese a que cada vez se vive más y se retrasa la muerte, el momento cronológico de enfermar no cambia.

El aceite de oliva virgen extra es un alimento rico en vitamina E

La vitamina E es capaz de conseguir que las células envejezcan más tarde. En concreto, su consumo dentro de un modelo de dieta equilibrada permite retrasar el envejecimiento de las células, con lo que alargan y mejoran la calidad de vida. Lo ha demostrado un grupo de investigación Nutrigenómica y Síndrome Metabólico del Instituto Maimónides de Investigación Biomédica de Córdoba (Imibic) y del Ciberobn.

El doctor Pablo Pérez, catedrático de Medicina de la Universidad de Córdoba (UCO) explica que es importante consumir vitamina E dentro de una alimentación variada. Su consumo, junto con alimentos ricos en otras vitaminas y antioxidantes, sirve para prevenir la aparición de enfermedades crónicas asociadas al envejecimiento como son las enfermedades cardiovasculares, la diabetes, el cáncer y las enfermedades neurodegenerativas como el alzhéimer.

En los últimos años se ha producido un aumento lineal de la esperanza de vida en los países industrializados. Sin embargo, a pesar que cada vez se vive más y se retrasa la edad de morir, el momento cronológico de enfermar no ha cambiado, es decir que se enferma a la misma edad. A consecuencia de ello cada vez hay más población envejecida, con lo que ello implica, incluido un fracaso de los sistemas de prevención y un mayor coste del sistema sanitario para atender a los ancianos enfermos.

En este sentido, en la última década ha crecido el interés en estudiar el papel de la nutrición como elemento clave modulador de aquellos procesos que están íntimamente relacionados con el proceso de envejecer, como son la inflamación, el estrés oxidativo, el sistema inmune, etcétera, y que provocan la senescencia de nuestras células y tejidos, así como de nuestros órganos vitales.

En la población a estudio (1.002 pacientes del estudio ‘Cordioprev’) se ha analizado el patrón de alimentación, mediante cuestionarios de frecuencia de consumo de alimentos, y se ha calculado la ingesta de varios nutrientes, vitaminas y minerales. A continuación se ha extraído el material genético y, se ha determinado la longitud de los telómeros y ciertos marcadores del estrés oxidativo.

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