La avena, ese cereal que despierta pasiones encontradas por su textura peculiar pero su indiscutible valor nutricional, ha sido objeto de atención por parte de la Universidad de Harvard debido a sus numerosos beneficios para la salud.
Conocida científicamente como Avena sativa y perteneciente a la familia de las gramíneas Poaceae, la avena no solo es un alimento popular en los desayunos, sino que también ha demostrado ser un aliado importante en la búsqueda de una dieta equilibrada y saludable.
Alto contenido en fibra
Uno de los aspectos más destacados de la avena es su alto contenido de fibra, tanto insoluble como soluble. Esta fibra, especialmente el betaglucano soluble, ha sido asociada con un menor riesgo de enfermedades coronarias.
De hecho, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de Estados Unidos permite el uso de declaraciones de propiedades saludables en las etiquetas de los alimentos que relacionan el consumo de fibra soluble de betaglucano proveniente de la avena integral con un riesgo reducido de enfermedad coronaria.
Fósforo, magnesio y zinc
Además de su contenido de fibra, la avena es una excelente fuente de diversos nutrientes esenciales, incluyendo fósforo, tiamina, magnesio y zinc. Estos nutrientes desempeñan un papel importante en funciones vitales del organismo, como el metabolismo energético, la salud ósea y la función muscular.