Frenar la curva epidémica. Esa es la clave para mitigar los efectos del coronavirus. Un concepto que se ha convertido en el mantra de esta crisis, toda vez que las autoridades han detectado que en torno al 80% de la población contraerá la enfermedad. Con un nivel de contagio tan elevado, el objetivo es ralentizar el curso de la epidemia para evitar la saturación de los servicios sanitarios. Y ahí es fundamental la colaboración ciudadana.
«Es esencial la responsabilidad y la disciplina social. Cada ciudadano debe cuidarse para cuidar así de los demás», recordó este jueves el presidente, Pedro Sánchez, quien instó a la sociedad a seguir las recomendaciones y a acatar las medidas acordadas por su Ejecutivo y las comunidades. Unas medidas que hacen hincapié en el distanciamiento.
En esa línea, el Ministerio de Sanidad ha difundido a través de sus redes sociales un vídeo del director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, en el que explica qué es exactamente eso de «frenar la curva». Una idea que tiene su base en la tasa de reproducción de la enfermedad, conocida como R0. «Hace referencia al número de casos secundarios que produce cada caso primario», apunta.
«Si tenemos una enfermedad que se transmite a muchas personas en muy poco tiempo, la epidemia tendrá una forma muy picuda», continúa Simón, mientras dibuja una curva en una pizarra. «Si se transmite a poca gente tendremos una epidemia mucho más lenta que puede llegar a afectar al mismo número de personas pero de forma mucho más dilatada en el tiempo», agrega y traza una segunda línea con una verticalidad bastante menos pronunciada.
➡️Fernando Simón continúa hablando de la importancia de entender cada momento y explica qué es el número de reproducción o «R0»
#FrenarLaCurva del #coronavirus es posible pic.twitter.com/6w1DnzPXEV
— Ministerio de Sanidad (@sanidadgob) March 11, 2020
El coronavirus presenta una tasa media de reproducción de 2,5, cuando la de la gripe común es de 1,3 y ya suele generar saturación en los hospitales cada invierno. Es cierto que en el caso por ejemplo del sarampión ese índice llega a ascender hasta 15, pero para esa infección existe vacuna.
«Los objetivos son proteger a las personas vulnerables y que la curva epidémica no suba muy rápidamente para no sobrecargar los servicios sanitarios.