¿Cómo se forma el color de los ojos? ¿De qué manera puede influir la genética? Nadie tiene un color de ojos igual que el de otra persona, ni siquiera entre familiares, ya que es único y se forma en base a multitud de genes de cada progenitor.
De esta manera, «la explicación de la herencia cromática de los ojos no es tan sencilla como coger una paleta de colores y mezclar los diversos tonos que tenemos delante», señalan desde Clínica Baviera.
Además de la genética de los progenitores, el color del iris se forma en función de varios genes y, por tanto, para saber qué color de ojos tendrá un recién nacido «se debe valorar que sus dos padres tienen detrás una carga genética diversa y que, en el momento en que ambas se crucen, las probabilidades son muchísimas».
En este sentido, los expertos disponen de suficiente conocimiento sobre algunos genes que pueden determinar los colores más habituales, como el marrón, el azul y el verde. No obstante, como explican en el Instituto Catalán de la Retina (ICR), continúan trabajando para averiguar «cómo se forman otros como el color avellana, el gris azulado y otras combinaciones».
Y es que la creencia popular de que el color proviene de los progenitores o de los abuelos «no es cierta»,