La epilepsia es una compleja enfermedad relativamente común que se caracteriza por una serie de episodios o convulsiones (a menudo, también llamados ‘ataques epilépticos’) desencadenados por un patrón de actividad anormal en el cerebro.
Normalmente, en estas crisis la persona afectada puede llegar a perder la conciencia y el control de su propio cuerpo, por lo que si las presenciamos como observadores externos puede ser necesario intervenir para evitar que sufra daños. Sin embargo, es preciso saber concretamente cómo actuar para garantizar su seguridad y no causar un mayor perjuicio.
Saber cuándo llamar a emergencias
Tal y como recoge el Centro de Control de Enfermedades estadounidense, no en todos los casos de crisis epiléptica es necesaria la atención médica de emergencia. Por ello, es necesario saber cuándo sí que estamos ante una urgencia médica para avisar a los servicios pertinentes sólo cuando proceda (en tal caso, el teléfono de emergencias, en España, es el 112).
Se considera que una crisis epiléptica constituye una emergencia cuando:
- El episodio dura más de cinco minutos.
- Se presenta un segundo episodio poco después del primero.
- La persona afectada sufre una lesión durante la convulsión.
- La convulsión aparece cuando la persona se encuentra en el agua.