¿Quién no tiene una opinión sobre el gluten? Esta proteína está presente en muchos cereales como el trigo, la cebada, el centeno y sus híbridos. Según muchos ‘influencers’, eliminarlo de la dieta podría ayudarnos a perder peso, comer más saludable o incluso mejorar nuestro rendimiento deportivo.
No es sorprendente que, con mensajes así, la industria de alimentos sin gluten haya crecido notablemente en los últimos años, y se espera que esta tendencia continúe. Sin embargo, la creencia de que estos productos son más saludables no siempre es correcta. De hecho, si no se padece un trastorno relacionado con el gluten, consumir alimentos sin gluten no tiene influencia en la salud o incluso podría ser perjudicial si no se realiza con el correcto asesoramiento.
Trastornos relacionados con el gluten
Las reacciones adversas al gluten incluyen la enfermedad celiaca (EC), la sensibilidad al gluten no celiaca, la dermatitis herpetiforme, la ataxia por gluten y la alergia a los cereales que contienen gluten.
Es crucial entender que la EC no es una intolerancia alimentaria ni una alergia. Se trata de una patología crónica y sistémica que afecta no solo al sistema digestivo, sino también al neurológico, endocrino, óseo y a la piel, entre otros. Afecta a individuos genéticamente predispuestos y tiene una prevalencia de alrededor del 1 %.