La alopecia androgenética es la causa más común de la pérdida de cabello. Se produce como consecuencia de la influencia de los andrógenos sobre los folículos pilosos. Convierte el pelo progresivamente más fino, hasta llegar a tal grado de miniaturización que se transforma en vello. Un síntoma inicial de la alopecia es que el paciente se nota el pelo más fino y más claro. A ello le sigue la pérdida de volumen y densidad capilar.
Cada día se pueden caer hasta cien cabellos, aunque no nos demos cuenta, y luego estos vuelven a crecer. En concreto, de cada cien pelos que tenemos, en torno a un 15% siempre se encuentra en fase de recambio, de manera que cada cuatro años renovamos nuestra cabellera al completo.
No obstante, algunas personas sufren una caída mayor de pelo, o tienen una disminución en la densidad capilar, clareándose el cuero cabelludo; algo que suele generar bastante ansiedad y malestar entre quienes lo padecen, apunta la Academia Española de Dermatología y Venerología (AEDV). Detrás de esta pérdida de cabello se encuentra la herencia genética, pero también los hábitos de vida.
La alopecia androgenética es la causa más habitual de pérdida de pelo en el mundo, llegando a afectar al 50% de las mujeres y al 65% de los varones de más 50 años.
Boticaria García advierte sobre los remedios milagrosos contra la alopecia: "Lo que puede funcionar son los fármacos, no las pociones mágicas"