Según la Organización Mundial de la Salud, y el sentido común de los expertos en nutrición, todos los excesos están contraindicados en una dieta equilibrada y saludable. Sucede con las grasas, con los hidratos y, especialmente, con los azúcares que no están presentes de manera natural en los alimentos, como por ejemplo las frutas. En el extremo de la peor manera de tomar azúcares refinados se encuentran las bebidas azucaradas, extraordinariamente consumidas en España.
Existe, sin embargo, otra manera de ingerir azúcar, más reposada y comedida, que en Suecia es costumbre y que una nueva investigación ha revelado que no resultaría tan perjudicial como los azúcares ‘líquidos’ de los refrescos en el mercado, ni los puñados de chuches que resultan tan atractivos para los más pequeños. ¿Cuál es esa tradición que hace que los suecos coman dulces pero no dañen de una manera tan evidente su salud cardiovascular?
¿Qué pasa con el azúcar natural de la fruta?
Partiendo de la base de que el azúcar es la bestia negra de la alimentación desde hace años, hay que hacer algunas diferenciaciones. La primera de ellas, es cuando ese azúcar está presente de manera natural, por ejemplo, en las frutas. Peso sí, podemos reducir su ingesta y tomarlas para completar las comidas que tengan el resto de nutrientes necesarios.