La sanidad pública española ha anunciado que desde este mes de junio financiará el tratamiento con vareniclina, principal principio activo del famoso Champix de Pfizer para dejar de fumar. La noticia se produce tres años después de que en 2021 se retirase precisamente este fármaco por contaminación por nitrosamina, y apenas unos meses más tarde de que comenzase a financiarse otro tratamiento para el tabaquismo, el Todacitan.
Champix, el tratamiento clásico para dejar de fumar
La vareniclina, comercializada como Champix por Pfizer, es uno de los primeros y más exitosos tratamientos en el mercado para dejar el tabaco. Se trata de un agonista parcial del receptor nicotínico de acetilcolina α4β2 que funciona de un modo similar a un ansiolítico, como destaca la AEMPS en el prospecto del medicamento.
En esencia, lo que hace este compuesto es reducir el efecto de la nicotina en el cerebro y reduce la ansiedad que provoca el síndrome de abstinencia típico que sufren los fumadores al tratar de abandonar el hábito.
Como todo tratamiento, puede provocar algunos efectos secundarios (como náuseas, dolor de cabeza, vómitos, flatulencias, insomnio, sueños anormales, disgeusia o pérdida del sentido del gusto, trastornos psiquiátricos e ideación suicida), siendo especialmente preocupantes los de la esfera neuropsiquiátrica (cambios de humor, irritabilidad, somnolencia,